16 Jun
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La gala de los Oscars del pasado 27 de marzo está dejando tras de sí algo más que unos cuantos memes y una mancha negra en la carrera de Will Smith. Lo que muchos ven como una buena estrategia de marketing para los premios más célebres de la industria cinematográfica está suponiendo una crisis dentro de la propia Academia. Tras el bofetón era una cuestión de tiempo que los responsables del evento se manifestasen de una forma u otra. Esa misma noche, ya de buena mañana en España, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas publicó en su cuenta de Twitter un mensaje para condenar la violencia de cualquier índole. Poco después el presidente de la academia desde 2019, David Rubin, y la consejera delegada de la institución desde hace ya más de 10 años, Dawn Hudson dieron a conocer una carta en la que aseguraban que tener “una sanción clara” llevaría varios días

Las consecuencias llegarían más pronto que tarde con la sanción de la Academia, en forma de comunicado el 8 de abril, de prohibir a Smith participar en los Oscar durante la próxima década. No obstante, tan solo unos días antes, el 31 de marzo, se dio a conocer a través de los medios de comunicación una video llamada que tuvo lugar el día 29 entre el actor, Rubin y Hadson. Esta llamada ha provocado una crisis en la cúpula de gobierno de la organización porque su contenido no se explicó en ningún momento, ni siquiera se habló de su existencia en la reunión de emergencia del día siguiente, miércoles, en la que se inició el proceso de sanción contra el protagonista de El método Williams. 


Rubin envió el martes a los cerca de 10.000 académicos una carta en la que expresaba su rabia debido a que la gran noche del cine hubiese quedado eclipsada por el comportamiento de Smith. Tras lo cual, Rubin prometió mantener a todos los académicos al tanto. No fue así. El miércoles se celebró la primera reunión de la junta directiva para debatir sobre lo sucedido y jamás se mencionó dicha llamada, según afirmaron varias fuentes al semanario Variety y a la revista online Deadline. Las reacciones no se hicieron esperar, ya que esto generó suspicacias en el grupo de directivos, entre los que se encuentran Laura Dern, Whoopi Goldberg o Steven Spielberg, afirmando que esta situación solo contribuye a generar una atmósfera de sospechas. Que todas estas declaraciones se hayan difundido a través de diferentes medios y de forma anónima deja en claro que los rumores de una crisis interna son ya una realidad. Un día después del comunicado sobre el castigo a la estrella de Men in Black decenas de votantes de los Oscar ofrecen su valoración al respecto. Algunos, como Larry Gleason, de la rama ejecutiva, califican esta decisión de tardía y escasa, mientras que otros, como Beverly Walker, de la rama de escritores, dicen creer en las segundas oportunidades y consideran que Smith debería ser el anfitrión de la velada del próximo año. Todo este revuelo ha sido indiscutiblemente avivado por los medios de comunicación, ya que, en un alarde de amarillismo vomitivo, el bofetón a Chris Rock ha eclipsado un conflicto bélico y un desastre humanitario como lo es la invasión rusa a Ucrania.


La junta de gobernadores de la Academia reconoce que no intervinieron de manera adecuada durante la retransmisión "para afrontar esta situación". Así se lee en su comunicado, en el que piden disculpas a Chris Rock. La organización no disponía de mucho más margen de sanción, puesto que no contaban con la posibilidad de suspenderlo o expulsarlo, ya que Smith se anticipó presentando su renuncia. Nos preguntamos si la Academia ha aprendido a responder con mano firme a los abusos, ya sean en abierto o a puerta cerrada, como los perpetrados por Harvey Weinstein hacia compañeras de profesión.


Por Larisa García Almenara

a 19 de abril de 2022.

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